Está demostrado que sin importar cómo esté conformada una familia, jugar es una excelente forma de mejorar las relaciones, la autoestima y la inteligencia, sobre todo las habilidades emocionales. Además, sabemos que el juego es un factor de protección frente para la prevención de la violencia. Por eso, hemos decidido diseñar diversos juegos, dinámicas, cuentos y otras actividades que nos ayudan a nutrir nuestra vida familiar, conocer los derechos las niñas y niños, y generar espacios de convivencia, armonía y paz.